Situado en un pantalán flotante en el rio Guadalquivir está Pedalquivir, Para acceder a kiosco debes hacerlo a través de una pasarela que está en el Muelle de la Sal, casi enfrente del teatro de la Maestranza.

El bar es un sitio para tomar una copa o combinado, no para cenar, ya que sólo hay tapeo (y mas bien escaso), el sitio es ideal para ir con la pareja y disfrutar de la brisa en los calurosos días de verano. El recinto no es muy grande.

En lo referente a los precios, estos están indicados con tiza en una pizarra al entrar, así las tapas y los montaditos costaban 2€, el agua 1€, la cerveza 1,20€ y los refrescos 1,50€. Alquilar un hidropedal salía por 10€ la hora, al igual que uno de remos. La motora salía por 35€.

^Entrada

A continuación algunas vistas desde el kiosco, pulsa en la imagen para ampliarlas.

En la alpujarra granadina hay muchos sitios dónde comer, y Casa Santiago es uno de los que nos abrió sus puertas. Éramos cerca de veinte personas entre adultos y niños (en una proporción de 50% más o menos) y después de preguntar en algunos restaurantes de la zona en dónde no querían ganar dinero y que servir una comida para veinte personas es mucho trabajo fuimos a parar a Casa Santiago ( tlf: 958 784 229) en la plaza García Moreno 13. El caso es que el servicio fue fantástico y en todo momento estuvimos bien atendidos, los críos, como pequeños diablillos que son, armaron bastante escándalo, pero, aun así, el trato fue fantástico.

Como es de rigor, debes pedirte el plato alpujarreño, y para los que son vegetarianos tiene una varidad que no contiene productos derivados de los animales. Lo que sí no llamó la atención fue la cantidad de extranjeros que frecuentaban el café, en su mayoría ingleses.

^Entrada

En San José (Cabo de Gata, Almería), en la calle correos, se encuentra la pizzería Paolino (Tfl: 950 380 233), en ella podrás degustar las más exquisitas pizzas al estilo italiano, todo está ambientado para que el cliente se sienta como en Italia, incluso tenían una emisora italiana y una gran cantidad de bufandas de los equipos de fútbol del Lazio (aunque hay bastantes de equipos españoles) en el interior. El único pero que tiene es el tiempo de espera, tardaron casi media hora en servirnos las pizzas (parece que se habían quedado sin masa y la tenía que traer de otro establecimiento). El caso es que, una vez llegaron costaba terminarlas. Los precios son en consecuencia con los de un establecimiento de la costa.

^Entrada