Hoy hace cinco años que empecé a blogear (como sabrás antes ya le daba esto del intenné). En este último año el tiempo para escribir se ha visto reducido a su mínima expresión. Twitter y el microblogin (tan de moda en la 2.0) se ha llevado gran parte de mi tiempo, pero al final también terminó decayendo el número de mensajes escritos.
El correo electrónico siempre ha estado en la sombra, fiel como el teléfono y dispuesto para su utilización, es cierto que tardo bastante en responder los mensajes, pero casi siempre los respondo.
Se puede decir que me he aburguesado a la hora de escribir, antes, el ritual de subir fotografías, redimensionarlas, poner los hiperenlaces verificar las pings etc, etc ha dado paso a multitud de artículos en el tintero que ya sea por falta de tiempo o por pérdida de la inmediatez del artículo han quedado en el olvido.
Respecto al PageRank (invento demoníaco de google) y el número de visitas, sinceramente, al principio lo solía mirar, pero a día de hoy como que me da igual. El blog sigue sin publicidad y sin patrocinador (quitando alguna que otra mención a mis proyectos como Tu Factoría) y por ahora seguirá igual.
Durante este tiempo y gracias al blog he conocido a mucha gente, asistido a conciertos o recalado en eventos y encuentros de bloggers, en definitiva, que no me he aburrido.
También me he dado cuenta que debo ser de los pocos que no utilizan WordPress (sigo fiel a mi Serendipity) y las imágenes han pasado de Flickr o Picassa a photobucket.
Ahora sólo falta que no decaiga el blog y volver a cojer ritmo a la hora de escribir y que el día tenga 30 o más horas. Muchas gracias al resto de participantes del mismo y que sin ellos este proyecto sería imposible. Y sobre todo muchas gracias a todos lo leen.
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