Mi primer día en la Escuela Naval Militar (ENM)
06 h 00′ Camareta de la ENM en Marín (9 de abril de 2007): El sonido del despertador de Dronedaniel me perforó los tímpanos con insistencia parecía decir "Vamos arriba, arriba". Pero, ¿qué hora es?. Si no tienen que estar puestas ni las calles.
Abrí los ojos con cuidado. En la penumbra el timbre del móvil de mi compañero seguía insistiendo. Con cuidado me froté el párpado derecho, como llevo haciendo en el último año para evitar reproducir la úlcera que me provoqué en un accidente de moto. Justo después me senté y deje que mis pies colgaran de la litera. Tuve que concentrarme para recordar donde estaba. Bien, eso sí. Estoy en la ENM y más vale que me ponga las pilas si no quiero llegar tarde el primer día.
De un salto caí desde la cama y, entre dientes, me acordé de toda mi estirpe que se había olvidado convenientemente de avisarme que estaba a 2 m. de altura. Con la ayuda de la mortecina luz de mi móvil abri mi taquilla y recogí una toalla y un repuesto de ropa interior y, al mismo tiempo, me hice con la bolsa de higiene.
Detalle de la taquilla de una camareta.
Mientras mis compañeros seguían durmiendo el sueño de los justos irrumpí en el pasillo del cuartel en los que no ví a nadie. ¿quién iba a estar?. Si no es natural levantarse antes de las 7 de la mañana, tendría que declararse anticonstitucional
Detalle del pasillo del cuartel.
Todavía todas las luces estaban apagadas y no se abrirían hasta el toque de diana. En silencio me dirigí hacia los servicios comunes de mi ala. No se porqué me dió por ir a los que estaban a mi derecha, cuando por cercanía a mi camareta debería haberlo hecho a los de mi izquierda. La cuestión es que esto se convertiría en un hábito del que no prescindiría hasta mi salida de la ENM.
Detalle de los servicios del cuartel Francisco Moreno
Ducha, afeitado y limpieza de dientes. Bueno ya me empiezo a sentir persona. Al mismo tiempo las tripas comienzan a insistir siguiendo aquello del "el sur también existe". Así que apreto el paso porque tengo unas ganas de comer locas. Me acerco a la camareta donde mis compañeros ya están en marcha. Bueno pues esto va para adelante -pienso- y, en unos minutos, estoy preparado para bajar a la explanada. Allí me encuentro con algunos empedernidos madrugadores con los que coincidiré dia sí y dia también durante mi estancia en la ENM.
07 h 14′ Explanada de la ENM: Pues nada que hay que darle gusto al cuerpo. Me dirijo hacia el cuartel marqués de la Ensenada a buen paso. Ya creo percibir el aroma intenso a café. Humm… tiene que estar buenísmo. Ya me he cruzado con alguno de los alumnos de la escuela. Son jóvenes pero destilan caballerosidad y educación. El desayuno es en línea. Cojes la bandeja y los avíos pertinentes (servilletas, taza y cubiertos). Escojo café y dos tostadas de pan inglés. Un poco de mantequilla y un zumo de frutas. Y a la mesa. El café está templado y me llevo un chasco. Suele ser habitual en los servicios de comedor colectivo (nota mental mañana me cojo cola cao). Por cierto, ¿a qué hora era el izado de la bandera?, a las 8 de la mañana y, ¿qué hora es?. ¡Leches! son menos cuarto. Dos bocados de tostada y dos sorbos de café más tarde salgo a buen paso del comedor de la ENM.
07 h 50 ‘ Bajo los soportales del cuartel Francisco Moreno: Un buen grupo de aspirantes ya están allí bajo la cubierta que rodea el edificio, tal y como nos indicaron la noche anterior.
Vestidos de civiles ya nos empezamos a conocer. Los que estamos en la camareta Dronedaniel y Antonio debatimos sobre el autor de los ronquidos la pasada noche. Ingenuo les pregunto ¿yo ronqué?. Bueno, sólo respiras profundamente -me contestan-. Mira que prudentes -pienso yo-. De pronto suena la megafonía de la ENM: "Señales a la bandera" creo oir entre el rumor que formamos los aspirantes. Así es. Un marinero iza en uno de los aparejos del mástil (por todos conocido como "la cofa") que preside la explanada de la ENM un gallardete de color amarillo. Al tiempo dos marineros se acercan con la bandera española perfectamente plegada. Se situan delante de un cabo (driza) cerca de la tabla de jarcia de "la cofa" y, con precisión, insertan el pasador del trapo. Paralelamente, un alumno de la ENM se coloca al pie del palo en las inmediaciones de una campana.
07 h 55 ‘ Delante del cuerpo de guardia de la ENM: La guardia se ha formado delante del casino de la escuela y, desde la distancia en la que nos encontramos podemos percibir las voces de mando a la pequeña formación. En unos segundos la guardia armada y con las bayonetas caladas se desplaza cerca de "la cofa" y quedan en situación de descanso. Apenas unos instantes después comienzan a resonar en la campana los toques que anuncian las 8 en punto. El alumno hace tocar la campana en cuatro grupos de dos toques.
08 h 00 ‘ En "la cofa de la ENM": Cuando el último toque termina la megafonía indica "Presenten" y como en un preciso mecanismo la guardia presenta sus armas. Seguidamente, los altavoces entonan el himno nacional momento en el cual los marineros comienzan a izar la enseña acompasando el movimiento a la música. Unos segundos después la última estrofa concluye coincidiendo con el momento en que la bandera queda afirmada besando la galleta del asta. Con experiencia el marinero que maneja la cargadera la hace firme, mientras tanto la guardia procede a su relevo.
Vaya, si que hay humedad en esta Galicia pues no se me han mojado los ojos…
4 comentarios
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Se te ha olvidado comentar que el zumo del primer día tenía extracto de ginseng. Se ve que saben que los años no pasan en vano, y que en vez de «tranquilizantes» como el bromuro de la mili a estas alturas nos viene mejor tomar estimulantes…
Joder pues sí. Tienes razón curso. Pero es normal que se me olviden un montón de cosas pa eso están los amigos, ¿No?.
Un saludo curso,
Y casi vecino: que yo estaba en la camareta de Guillermo «el terremoto guanche», así que debíamos de estar al lado. Un abrazo y gracias por los buenos recuerdos.
Creo que en el primer izado de bandera estabamos todos un pelín despistados, e imaginate uno como yo de tierra adentro.
Sigo con una gran alegria, tus relatos.
Gracias desde la bien cercada (Zamora).