Españoles en la Segunda Guerra Mundial (Sevilla 24/3/06)

El pasado viernes 23 de marzo se celebró en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla la última sesión del Ciclo de Conferencias Españoles en la II Guerra Mundial. Me ha parecido interesante continuar con mis pequeños resúmenes para que los que no hayan podido asistir tengan acceso.

Las dos conferencias de este acto han sido realizadas por D. Miguel García Díaz y por el Licenciado D. Alfonso Escuadra Sánchez (Ayuntamiento de la Línea de la Concepción.

"El misterioso caso del capitán Aristides".

Biografía:

Profesor en la Academia de artillería (1985) es colaborador asiduo de la Revista Española de Historia Militar y del Diario de Cádiz. Su interés por la dividión española de voluntarios arranca en junio de 1974 cuando termina de leer el libro de Torcuato Luca de Tena Embajador en el infierno. En el 2000 inicia su colaboración con la Revista Española de Historia Militar y del Diario de Cádiz y en el 2004 investiga la repatriación de los prisioneros de guerra españoles en Rusia.

La parte central de la conferencia vió la luz en un artículo publicado en el Diario de Cádiz el 29 de noviembre de 2004. La historia empieza con el extraño caso del soldado José Moreno Rodríguez que fue el primer capturado por el ejército soviético a la División Azul. Al parecer en julio de 1947 aparece un hombre en su casa de Cádiz asegurando que era él, a pesar de algunas diferencias considerables en su aspecto. Convincentemente sabía información sensible de la familia y las diferencias de aspecto las achacó a heridas de guerra. Uno de los hermanos continuó recelando y, al final, decidió comunicarlo a la pocía española que lo detuvo para ser interrogado. Los compañeros de la división azul especificaron que si era José Moreno debía presentar una herida en el trasero, provocada por una balazo recibido en el frente durante la Guerra Civil. Los investigadores comprobaron que efectivamente la herida estaba en el lugar aproximado en el que había recibido el impacto. Con todo ello se le dejó libre y, al poco, el 17 de agosto de 1947 advirtió a una cuñada suya de que no saliera, ni dejara slir a sus hijas de la casa al día siguiente. El supuesto José Moreno desapareció para siempre y, al día siguiente, estallaron las instalaciones de la Armada Española en Cádiz provocando una enorme catástrofe en la ciudad. Varios años después, el 2 de abril de 1954, el verdadero José Moreno Rodríguez regresó de Rusia en el vapor Semiramis junto a otros 247 prisioneros de la División española de voluntarios. Saquen sus conclusiones.

A continuación, el conferenciante nos puso al corriente de los pasos que había lllevado para investigar el caso del capitán del Ejército del Aire español Arístides García López-Rengel desaparecido en combate sobre los cielos de Rusia el 27 de noviembre de 1941. La mayor parte de la información gráfica la proporcionó la hermana pequeña de Arístides, Enma, que todavía sigue viva en Cádiz. Pasamos a continuación a citar los aspectos de su biografía más relevantes.

  • Nacido el 1 de septiembre de 1915 en Torno (Cáceres).
  • En septiembre de 1925 marcha con su madre que era maestra a Cádiz.
  • En 1927 el padre consigue plaza en un colegio, también era maestro, en el Puerto de Santa María.
  • El muchacho Aristides no quiere estudiar, quiere ser piloto, entusiasmado con los vuelos heróicos que se producían en la época (Plus Ultra, Cuatro Vientos, Jesús del Gran Poder, etc.). El padre accede pero le obliga a empezar desde abajo siendo contratado en la Aeronautica de Puntales.
  • El 10 de enero de 1933, con 18 años, ingresó como soldado de aviación y dos años después hizo el curso de piloto militar en la Escuela de Vuelo y Combate de Alcalá de Henares.
  • Al finalizar su formación ingresó en la compañía LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas).
  • En julio de 1936 se une a los pilotos sublevados, dirigiéndose a Sevilla y desde aquí se trasladó a Armilla en Granada.
  • En septiembre de 1936 obtiene el empleo de Brigada de Complemento.
  • El 1 de enero de 1937 fue derribado sobre Porcuna en territorio de la República pero consiguió reintegrarse a su base en territorio nacional.
  • En marzo de 1937 es destinado a Zaragoza.
  • El 15 de junio de 1937 sobre Zaragoza su avión, un FIAT CR-32 Chirri, es ametrallado y es herido en la cabeza siendo trasladado al Hospital Militar de Zaragoza. El militar republicano le pidió disculpas por aquel acto, eran tiempos de una guerra de caballeros.
  • La contienda acabó con 17 derribos confirmados lo que lo elevó a la categoría de as de la aviación.

Aristides en la División española de voluntarios.

El 24 de julio de 1941 sale en ferrocarril con destino a Alemania para reintegrarse a la División Azul. Los pilotos españoles reciben formación en una escuela situada en Berlín. allí reciben los aviones Messerschmitt Bf 109 E. A partir del 20 de octubre de 1941 comienzan las acciones de apoyo a tierra y de protección a los bombarderos alemanes. Los efectivos españoles acabaron formando parte de la del VIII Cuerpo aéreo del general Von Richthofen que apoyaba a dos Cuerpos del tercer Ejército acorazado.

El 7 de noviembre se trasladaron los efectivos españoles al aeródromo de Rudsa siguiendo el avance de los medios acorazados germanos. Las inclemencias del tiempo detuvieron las operaciones españolas hasta el 27 de noviembre de 1941.

La desaparición del capitán Arístides.

La escuadrilla española alió pronto. La visibilidad era muy difícil con nubes bajas y la temperatura estaba por debajo de los 20 grados bajo 0. La patrulla en la que viajaba Arísitides estaba formada por el comandante José Muñoz Jiménez, el teniente Manuel Kindelán Núñez del Pino (hijo del ministro del Aire) y el protagonista. Debían proteger a unos aparatos alemanes Henschel Hs 123 Angelitos en misión de bombardeo para ablandar los objetivos soviéticos. Muñoz llevaba, además, una bomba de 50 kilogramos con la que intentó alcanzar éxito. El abundante fuego antiaéreo hizo que el avión español fuera tocado, Arístides por la radio se lo comunicó al infortunado piloto que intentó tirarse en paracaidas, aunque demasiado cerca del suelo. Arístides y Kindelán coemenzaron a sobrevolar la zona anotando la posición para proteger al compañero. Estaban a unos 5 kilómetros al noroeste de Istra. Al poco tiempo, Kindelán pierde contacto radio y visual con su compañero, desesperado decide reintegrarse al aeródromo español. Se imagina que Arístides ha decidido aterrizar para buscar a su compañero. Los días pasan lentamente y Arístides no aparece. Las tropas alemanas que estaban a punto de tomar la zona fueron interrogadas a conciencia pero nadie da fe ni de Arístides, ni muñoz, como tampoco se hace mención de sus respectivos aparatos.

El misterio.

Arístides desapareció aquel día de los cielos de Rusia. Nadie supo dar explicaciones sobre su paradero. ¿consiguió aterrizar?. Y si lo hizo, ¿cayó prisionero de los soviéticos o éstos simplemente lo ejecutaron?. Aristides era un buen piloto, no era la primera que resultaba abatido y había sido capaz de regresar de una zona enemiga. No se puede, de momento, aventurar nada al respecto. El 1 de marzo de 1942 el turno de su escuadrilla terminó y sus integrantes regresaron, pero el gaditano de adopción no volvió con ellos. Finalmente, en abril de 1954 otros prisioneros españoles retornaron de su encierro en Rusia pero él tampoco venía con ellos.

"Bajo las banderas de la Kriegsmarine: marinos españoles en la II Guerrra Mundial".

Biografía:

Nace en La Línea el 5 de octubre de 1961. Historiador e Investigador, Miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños, 2ª Sección Geografía e Historia, y Director de la Revista Fahnenjunker Feldgrau desde 1989 a 1993. Es además Presidente de la Asociación Nacional de Estudios Histórico-Militares desde el año 1992.

El principal objeto del conferenciante es en sus palabras "Ilustrar un mito", basado en la idea de que nunca hubieron españoles sirviendo embarcados y en combate en unidades navales alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.

El punto de partida.

La España de final de la Guerra Civil tenía unas escasísimas y desfasadas fuerzas navales. Los intereses hispanos en el Magreb y el control del Estrecho de Gibraltar eran razones más que suficientes para que el general Franco y sus colaboradores se preocuparan de mejorar este aspecto. Se escenificó en el llamado programa del Plan Naval de 1939 que se sustentaba en unos pilares centrales: conseguir la tecnología punta necesaria para desarrollar buques de guerra, obtención de las materias primas necesarias para las construcciones navales, especialmente en lo que se refería al acero de alta calidad y el adiestramiento adecuado de oficiales y tripulaciones en la guerra y las tácticas más novedosas.

Las opciones para el gobierno de Franco eran claras: o Italia o Alemania. La primera estaba esforzándose en rearmarse lo suficiente, como para preocuparse de llegar acuerdos con España, así que la elegida tuvo que ser necesariamente la Alemania nazi.

La colaboración de Alemania y España.

España ofreció infraestructuras en el país (bases de submarinos, astilleros, etc,) a cambio de que alemania cediera su tecnología. Se desarrollaron numerosas comisiones técnicas mixtas que iban de un país al otro. Por último, las gestiones de J, Suánces en junio de 1940, apoyadas por el Consejo Ordenador de Construcciones navales fructificó en los primeros acuerdos serios entre ambos países. La colaboración se centró en los dragaminas de la serie M-40, los submarinos del tipo VII C y las lanchas torpederas que ofrecían muy buenos resultados en el control del Estrecho de Gibraltar. Como fruto de ello se iniciaron las comisiones reservadas en las que los españoles recibirían la formación adecuada y necesaria, por otro lado, para manejar lasu nidades navales que resultarían de la colaboración hispano germana.

Las comisiones reservadas.

Se plantean con una composición mixta de oficiales del cuerpo general y del cuerpo de máquinas y suboficiales de este último cuerpo. El adiestramiento será la finalidad báscia lo que chocaría con su participación en acciones de guerra durante el desarrollo de dichas comisiones. La duración sería de unos 4 meses. El funcionamiento de estas comisiones se centrará en la actuación de tres personajes claves: Kurt Meyer Dorner el agregado militar alemán en su embajada en España; Manuel Espinosa el agregado naval español en Berlín; y Besthorm, enlace entre el Alto Estado Mayor germano y las otras potencias del Eje.

El área de despliegue de los marinso españoles en la guerra se centró en la Zona Marine Befehlshaber Ostland (zona del Báltico) a partir de 1942 a cargo del contralmirante Theodor Burchardi.

Misiones.

  • Depósito de minas y mantenimiento de los campos
  • Dragado de las derrotas de la navegación propia.
  • Patrullas antisabmarinas en las "zonas de caza"
  • Escolta de convoyes.

Comisión Fernádez Martín. (octubre de 1942 a marzo de 1943).

Los españoles fueron desplegados en el dragado de los campos de minas Corbetha y Wartburg. Se patrulló también las rutas de Orange (retaguardia) y Hochland (vanguardia). También se dió escoltas a convoyes alemanes en la zona. El principal enemigo fue la climatología con un frío terrible que azotaba a los buques alemanes. Durante la comisión el gobierno de Franco decidió reconocerles a los integrantes de las comisiones el tiempo desplazado como servicio en campaña con los consiguientes beneficios para sus respectivas carreras militares.
Comisión Fernández de la Puente (de abril a agosto de 1743).

Las misiones de esta comisiones fueron el dragado y el tendido de redes en Seeigel (retaguardia) y Nashorm (vanguardia), la patrulla antisubmarinos, la escolta de mercanes, la vigilancia de la red Nargö-Porkala. En el tiempo de su duración el principal enemigo era la aviación enemiga que ametrallaba los buques alemanes que se encontraban un su rádio de acción. En uno de estos encuentros se situa la acción de un grupo de suboficiales españoles que estando en un buque atacado observaron como una dotación de flak eran abatidos por una pasada de 11 aviones soviéticos. Sin esperar órdenes se hiceron cargo del montaje de ametralladoras disparando con precisión contra los aviones rusos que atacaban la unidad alemana. Un derribo español es confirmado y los oficiales alemanes les dedicaron felicitaciones al grupo.

Comisión Urzaiz- Cursos Bär.

Esta comisión se desarrolla ya en Alemania. Las derrotas alemanas en diferentes frentes hacen inviable el envío de los españoles a zonas de guerra porque la política española se ha decantado, cada vez más, por la neutralidad en el conflicto. Las lanchas torpederas son del tipo S-38 y su adistramiento es en el Báltico occidental. Entre el 1 y el 31 de agosto de 1743 se entregan seis lanchas de este tipo en el puerto ocupado de Burdeos.

Las conclusiones.

Haciendo números los españoles que lucharon con lso alemanes en el mar fueron 134. El hecho de tener que vestir el uniforme de Alemania no supuso mucho problema. Incluso los oficiales participantes entendían que era la mejor manera de que los propios tripulantes alemanes les obedecieran y los vieran como aliados.

El ciclo de conferencias ha acabado y me dejan un buen sabor de boca. Han sido cuatro sesiones muy interesantes donde hemos percibido auqellos años dramáticos desde una óptica muy cercana. Donde lso protagonistas nos legan su acento de miseria, dolor y pena. Como bien se cerró desde la mesa de conferencias el mejor broche lo tenía que poner uno de estos protagonistas. Así, un anciano, antiguo teniente de la Guardia Civil nos dedicó la lectura de unas líneas redactadas con el recuerdo y la pasión de lo pasado.
El que nos hablaba recordó como con cuatro compañeros y un cabo recibieron la misión de acabar con una máquina, con una ametralladora soviética, que realizaba un fuego certero contra las posiciones españolas. El grupo avanzaba con cautela cuando el cabo hizo explotar una mina personal. El desgraciado militar falleció en el acto, mientras que el segundo de la patrulla que no era otro que nuestro interlocutor recibió de lleno la deflagración del ingenio. El calor en el rostro y un fuerte impactto en el pecho le hicieron perder la consciencia. Mientras tanto los supervivientes se retiraron arrastrando a sus compañeros. En el bunker el oficial médico certificó la muerte del cabo y en el reconocimiento del desvanecido no se encontró ninguna herida. Registrándolo y retirándole el superabrigo y la guerrera vieron un agujero a la altura del corazón que tendría que haber sido mortal de necesidad. El médico registró los bolsillos porque en el pecho del herido no había señal de herida y encontró un reloj de bolsillo donde con enome fortuna, para su propietario, se había alojado uno de los balines de la mina.
Como concluyó el ex divisionario aquel reloj se peude contemplar, hoy en día, en la sala de la División Azul en el Museo del Ejército de Madrid. Dejemos, pues, reposar el recuerdo histórico de los españoles que participaron en la Segunda Guerra Mundial.
Manuel Díaz Ordóñez
Sevilla, 27 de marzo de 2006

1 comentario

    • Anonimo, familiar de Expedicionario el 23 mayo, 2011 a las 2:53
    • Responder

    El misterioso caso de Aristides.

    … posiblemente Aristides tuvo un muy desafortunado episodio con un compañero de escuadrilla en el transcurso de un vuelo.

    Por celos personales, Aristides se nego a prestar ayuda y a informar a su familia con pésimos modos cuando el Expedicionario tuvo que hacer un aterrizaje forzoso pensando que caia en zona rusa y que no volveria con vida.

    Por suerte cayo en una cuña recien abierta por los alemanes y fue devuelto a la base.

    Alli el expedicionario, pistola en mano, se dirigio donde Arístides, pero Angel Salas intervino rápidamente. El Expedicionario le dijo a Arístides que de vuelta en España terminaria lo que alli no pudo.

    Luego Aristides siguio vuelo hacia el Este.

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