Tormenta eléctirca.

Ayer, sábado, estando al habla con Targess empezó una tormenta eléctrica a la que no estaba acostumbrado, si bien es cierto que en BCN había visto bastantes y de mayores dimensiones, pero en Sevilla es la segunda o tercera que presencio. El caso es que el me comentó que su pedazo de mástil de 15 metros era un estupendo pararrayos improvisado, y que, si todo va como debe no pasaría nada (los equipos están aislados, no hay continuidad eléctrica, no hay derivaciones, etc). Pero el caso es que hoy El Tuerto me ha confirmado que a él también le había sorprendido la tormenta, por lo que desconectó toda la cacharrería eléctrica.

El caso es, por si no lo sabes, que estando en BCN me callo un rayo en la antena de radio aficionado que tenía montada, el susodicho se comió 50 cm. de antena, pero también me destrozó el ordenador (se veía un apreciable agujero de entrada con todo chamuscado) y la instalación eléctrica, volatilizando los plomos del edificio, y del piso (en estos, desaparecieron también los casquillos cerámicos, así como un pequeño incendio al arder el aluminio), algunos de los aparatos que sucumbieron al rayo fueron, el equipo de música, la tele y varios aparatos eléctricos que estaban enchufados en ese momento.

El caso es que desde entonces, este fenómeno atmosférico me da mucho respeto, pero siguiendo unas pautas, como la de no tener conectado a tierra el extremo de la antena (que, por eso de que no sea que vaya a caer un rayo la había desconectado de la emisora) por descuido (estaba encima de la chapa del ordenador) y procurar haber aislado toda la instalación de la antena se supone que no debe pasar nada. Otra cosa es que aun me siga sobrecogiendo cada vez que veo caer uno en las próximas grúas o entre las nubes.

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