El espectáculo de los papagayos está realmente bien, no tanto como el de las aves rapaces del Castillo de las Guardas, pero los animales demuestran sus habilidades al respetable.
En lo referente al espectáculo del Oeste, después de coger un buen sitio y esperar media hora a que los actores hicieran su número me pareció bastante flojo. El espectáculo del Can-can me recordó mucho a la actuación de Port Aventura (era clavadita), y dada la masificación de gente y que solo hacen un par de pases si no llegas a tiempo tampoco pasa nada.
Si vas a acercarte te recomiendo que te lleves una toalla y un bañador, ya que podrás disfrutar de una piscina y un jacuzzi en pleno desierto de Tabernas. De hecho, piscinas hay dos, la que está dentro del buffet libre y otra mucho mayor en lo alto de la colina. Como todo buffet que se precie, la bebida va a parte y el precio suele ser bastante caro.
Una vez que hemos comido la piscina es una buena opción para hacer la digestión, no es muy grande, pero está bastante bien. Al estar dentro del restaurante puede hacer uso de ella durante la comida. Por cierto, el restaurante abre a las 13:30 y es recomendable estar a esa hora para coger una buena mesa. Los platos, a diferencia de otros, rotan con bastante frecuencia y son bastante variados.
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