Reservista Voluntario en la Armada Española

Ahora hace un año y medio aproximadamente que tuve información de la figura del Reservista Voluntario de las fuerzas Armadas Españolas creada en el 2003 por el gobierno Aznar.

En resumen se trataba de que las Fuerzas Armadas contaran con una reserva diferente a los modelos estadounidenses o británicos en los que los reservistas tienen una concepción primordialmente operativa. En el caso español primaba más el dotar a los ejércitos de personal experimentado en diversos cometidos que son, también, necesarios para la existencia, mantenimiento y razón de ser de ellos.

Las razones que pueden movilizar al personal civil a integrarse en las fuerzas armadas serán, probablemente, iguales al propio número de los reservistas que se unan a ellas. Es decir, cada uno tiene sus propias razones bien fundadas y que son intimas con su vida o ideales. Así, bajo el paraguas constitucional del artículo 30 de nuestra carta magna muchas personas dejan sus quehaceres para que las Fuerzas Armadas refuercen "sus capacidades, cuando las circunstancias lo requieran, a fin de satisfacer las necesidades de la defensa nacional y hacer frente a los compromisos adquiridos por España" (Capítulo I, Artículo 1º del reglamento de Reservistas Voluntarios REAL DECRETO 1691/2003, de 12 de diciembre).

Ahora bien. ¿cuáles eran mis razones?. Pues para que negarlo la historia militar siempre me ha apasionado aunque, al final, me dedique en mi tesis doctoral a su vertiente económica para estudiar el suministro de jarcia para la Armada Real. En estos años que he dedicado a investigar en la Armada empecé a descubrir un interés creciente por conocer de forma más cercana el mundo militar que representa. Es bien cierto, por otro lado, que siempre me había gustado más la historia militar "terrestre" que no la naval. Sin embargo, al contactar con ese mundo, entonces, extraño lleno de palabras nuevas como babor o estribor, torrotito, mayor, mesana, meollar, etc… y mil etcéteras más fui descubriendo un interés creciente.

Finalmente, a principios del 2006, me lié la manta a la cabeza y decidí presentarme a reservista voluntario. Lo tenía claro sería en la Armada. Según mi perfil académico y de experiencia laboral encontré destinos en los museos navales que la Armada tiene repartidos por la geografía española (Cartagena, Madrid, Viso del Marqués, Ferrol, Marín, San Fernando, etc.). La fase de concurso consistía en la valoración curricular detallada de los méritos militares y civiles que se presentaban. Después se procedía a un examen informatizado psicotécnico, ampliado con un reconocimiento médico que tenía en cuenta la limitación que la edad y los achaques nos acompañaban a muchos de los concursantes. Después una entrevista con una oficial psicólogo (en mi caso una teniente que provenía de Infantería de Marina) que servía, más que nada, para saber el puesto relativo que tenías en el concurso.

Después a esperar. Y la espera se hizo larga. Dado que el sistema de concurso primaba (incomprensiblemente en mi opinión) la experiencia militar, respecto de la experiencia civil del cometido a desempeñar en la plaza a la que se concursaba parecía harto improbable que consiguiera acceso, ni siquiera como suboficial. Sin embargo, un día aparecieron las listas y me dejaron helado. No sólo tenía plaza concedida, sino que ésta era de al escala de oficiales en la Armada. Aquello significaba que la Armada me abría la puerta grande de un centro donde se guardan las sagradas tradiciones de su historia: la Escuela Naval Militar de Marín en Pontevedra (en adelante ENM). Digna heredera de la academia de guardia marinas de Cádiz fundada en los primeros años del Setecientos.

Un lujo pensé. Pero había mucho que meditar. No en vano en casa estaba mi esposa y, además amiga, mis dos hijos (de 7 y de 3 años) y uno que venía en camino y cuya FPP (fecha probable de parto) se acercaba peligrosamente al período de Formación Básica Militar que debía completar en la ENM. Sin embargo, mi mujer me comprendió y juntos, como siempre, comenzamos a preparar todo lo necesario. Hubo que movilizar a las abuelas ya que en Sevilla estamos sólos para que echaran una mano con los pequeños en casa. Además, muy egoístamente, ampliamos mi estancia en Marín para que mi mujer y yo pudieramos pasar un fin de semana "de novios" (como dice mi hijo mayor). Una segunda luna de miel vaya.

Los días fueron pasando y cuando nos dimos cuentas apenas faltaba una semana. Nuestro hijo pequeño ya había nacido (como siempre con un mes de adelanto como los otros dos). Las tiritas, los consejos de gente que ya había pasado por Marín se empezaron a agolpar. Nos juntamos 4 compañeros de Sevilla y decidimos alquilar un monovolumen para hacer el viaje juntos y no utilizar el pasaporte militar facilitado por la Delegación de Defensa. Esto marcha -pensé-.

8 de abril 2007 08:00 Rotonda del Alamillo. Con el pelo recién cortado, las barbas bien recortadas nos encontramos los cuatro sevillanos (yo de adopción) para partir. La ruta elegida era Sevilla-Huelva-Lisboa-Porto-Marín. El susto fue mayúsculo cuando llegamos al primer peaje.En nuestro vecino los monovolúmenes tienen consideración de clase 2 y eso significaba que todos los planes efectuados en base a las predicciones de la web de repsol se iban al garete. Paramos en Lairicia a comer un cochinillo aceptable pero el tabernero se lo cobró debidamente (probablemente debía saber lo de los peajes y no quiso ser menos en el vaciado de nuestros fondos). Con cara de póker seguimos el trayecto hasta atravesar la frontera española cerca de nuestro destino. La alegría no era completa. Hacia tiempo que la reserva del coche estaba encendida y no había visos de encontrar una gasolinera (todo esto porque paloke el insigne internauta que da vida a este blog me insistió en que no parara a echar combustible en Portugal que era muuyyyyy caro). Creí, sinceramente, que nos quedábamos tirados. entonces apareció el cartel de Tui y nos relajamos. LLenamos el vehículo hasta las trancas porque al día siguiente debíamos entregarlo en la estación de RENFE de Pontevedra y proseguimos hasta el desvío de Marín.

8 de abril 2007 18:40 Ya habíamos llegado. Un cartel nos anunció Marín y ya dentro del núcleo de población otro nos dirigió sin equívoco hacia la ENM. Paramos en una zona de aparcamiento en la misma puerta y después de unos segundos para aclarar las gargantas nos presentamos en la puerta. Un marinero nos atendió con mucha educación y nos indicó que nos identificáramos al cabo primero del puesto de control. En unos minutos nos dirigimos al interior de la ENM. Debíamos presentarnos ante el comandante de la guardia. Estaba impaciente y nervioso. ¿Qué tenía que hacer?. Si es verdad recordé el tratamiento y el empleo, si, así era. Si era del cuerpo general tratamiento de oficial y si era de Infantería de Marina el empleo correspondiente. Joer, no sé si lo haré bien.

8 de abril 2007 18:50 Ha habido suerte es un teniente de navío me presento. A sus órdenes mi oficial Buenas noches, se presenta el aspirante a reservista voluntario El Tuerto (permitirme que no cite mi nombre) para embarcarme en esta escuela naval. El oficial comprueba la lista me da las buenas noches y ordena a un cabo que nos lleve al cuartel de alumnos. Antes de irme le digo. manda algo más mi oficial. Me mira sorprendido y me agradece el trato. Ya podemos irnos.
Acabo de ingresar en la Escuela Naval Militar
(continuará)

5 comentarios

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    • Dronedaniel el 9 mayo, 2007 a las 23:23
    • Responder

    Sigue Tuerto…. sigue…. 😉

    • El Tuerto/Meollar el 10 mayo, 2007 a las 9:36
    • Responder

    Estoy en ello.

    Je je

    • lucas el 6 febrero, 2008 a las 19:00
    • Responder

    que tal.. soy de argentina y tengo casi 16 años. estoy cursando el liceo naval que es el secundario pero en la armada. una vez finalizado este ciclo mi egreso se basa en un bachiller de ciencias naturales y como guardiamarina de reserva. mi pregunta es: al tener este titulo tengo algun tipo de beneficio para entrar a la real armada española? favor de responder. gracias
    cadete de II año.

    • fernando el 22 agosto, 2009 a las 22:26
    • Responder

    Sigue sigue que me estaba encantando leerlo.

    Yo también soy aspirante a alferez en el ejercito del aire y me estaba empapando con tu estupendo relato pero no veo que siga por ningún lado…

    • Pep el 7 septiembre, 2011 a las 20:30
    • Responder

    Has continuado con la historia?
    me parece muy interesante.
    Me encantaría hacerlo también.

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