Hace más de seis meses escribí a cerca de los concursos timadores que aparecen por televisión como setas en estos tiempos de desaceleración económica.
El caso es que el mes pasado uno de mis hijos, intentando ayudar con la economía familiar, decidió llamar al concurso de televisión Gana Por la Mañana de Cuatro. Por supuesto no ganó nada, sino que perdió el importe de la factura de su hucha. Entiendo al pobre, muchos caprichos, poco dinero para gastar, y una amable y preocupada señorita te invita a que llames para llevarte un dinero.
El crío está mas que informado sobre este tema, pero nadie escarmienta en cabeza ajena. Sólo han sido 2,20€, pero me duelen como si hubieran sido 400€. Cómo se suele decir en estos casos, no es por la el dinero, sino por saber fehacientemente que es un robo mas descarado que el del churrero.
Por supuesto ya está restringida esa numeración en mi operador de telecomunicaciones (Telefónica) para que ningún otro bástago se vea tentado con la posibilidad de ganar dinero fácil y rápido.
Al otro lado del mostrador
Pedro Carrillo
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