Ayer fui a al Real en micro-metro desde Montequinto. Para empezar, no debí esperar 20 minutos con el día anterior. Por si alguien no lo sabe, sólo 1 de cada tres chiqui-trenes llegan a Condequinto. Así, cuando te montas ya se llena y no hay ninguna posibilidad de que quepa más gente.
El sistema de tornos sin contacto (como anuncia la publicidad) es un desastre, muy pocos tornos (sólo 1 por estación para carritos y necesidades especiales), muy lenta la lectura y si entras por inercia hay que salir del todo para volver a pasar la tarjeta.
Luego está la guasa de las zonas, Por una mísera parada de 0,80€ a 1,15€ (y eso con la tarjeta del consorcio, porque si es con el billete normal pasa de 1,30€ a 1,55€). Multiplica eso por los 5 miembros de la familia, ida y vuelta y nos plantamos en 15,5€. Por cierto, hay una tarjeta especial Ida y Vuelta, con un ahorro espectacular de 0€ (CERO).
Las comparaciones son odiosas, sobre todo para los que salen mal parados. Por ejemplo, el metro de Barcelona tiene 150 estaciones y 115 kilómetros, y todo con el mismo billete, sin saltos ni tonterías (1,35€ el billete sencillo). El metro de Madrid tiene 293 estaciones y 318 paradas, y por 2€ te recorres toda la provincia. El metro de Valencia tiene 175 estaciones y 169 Km. Bilbao, 36 estaciones y 55,5 Km. billetes con 3 zonas a 1,60 € (ni puñetera idea de con van las zonas en Bilbao, ya no me entero de las de Sevilla….) el nuestro, con 18 Km y22 estaciones (faltan 5 paradas por inaugurar).
Respecto a las tarifas, leo en la prensa que los alcaldes del aljarafe están por la labor de bajar lo precios, no así el de Dos Hermanas, que ya le parecen suficientemente ajustados. Miedo me da cuando pongan el tranvía de Dos Hermanas y tenga que pagar el tranvía + metro + salto de zona. Me sale más a cuenta el coche.
Por cierto, lo del trasbordo es otro timo del tocomocho, se supone que si compras la tarjeta del consorcio tienes bonificación en los transbordos a Tussam y compañía. Nada de gratuidad durante la hora y media, sólo un 20% sobre el precio del billete sencillo. Por lo que también hay que llevar en el bolsillo la tarjeta de Tussam.
Lo de los aparcamientos disuasorios es una guasa, en la zona de Montequinto no existen y tienes que dejar el coche en la puerta de algún vecino. En la Pablo e Olavide tienen derecho de pernada, y si no eres estudiante no te dejan pasar ni a dar la vuelta a la rotonda.
No conozco muchas estaciones (la del parque de los Príncipes y el agujero de la Plaza de Cuba), pero la estación de Condequinto el que la diseñó no se había leído nada sobre usabilidad, a quien se le ocurre poner una estación que se se debe subir para bajar al andén. Y más teniendo en cuenta que el metro llega elevado a la estación. Sin cerramientos, no funciona la iluminación, con una rampa de 500 metros para personas con escasa movilidad, por no hablar de las vertiginosas escaleras voladas que en verano deben ser todo un espectá-culo. Por cierto, una recomendación, fluorescentes, que a la vuelta la rampa de Condequito estaba mas oscura que el sobaco de un grillo.
Conclusión rápida: el metro es un truño está verde, y no verde juntístco corporativo, sino que por ahorrar no hay ni bancos para sentarse. Como a todo hay que verle la parte positiva, la del otro día fue que me ahorré 3€ de una atracción con el viaducto de Montequinto.
A pesar de todos los inconvenientes, mañana volveré a ir otra vez. Espero que esta vez me toque algún tren con asideros y no tenga que agarrarme al techo (ventajas de ser alto).
1 comentario
El Toscano es un genio. Cada día se supera con una nueva estupidez mayor que la anterior.