Ayer, después de presentarme a la cita de TwittSev, en la que no había nadie, o, por lo menos, yo no vi a nadie, y eso que pregunté en la barra y esperé durante media hora. (Nota para navegantes, está muy bien el hacer quedadas, pero si es en un lugar concurrido, por lo menos, el que la organice que ponga un cartelito, aunque sea con un par de servilletas de bar. Si se es reacio a escribir, no está de mas deja el recado al camarero).
El caso es que me fui con mi señora a la sesión de las 00:15 a ver la película de SexiKiller, y, la verdad, ni frío ni calor. Fuimos los únicos en la sala y la película empezó un poco lenta para ir ganando en ritmo. Sobre si me gustó o no, pues aún no lo sé. Tenía puntos divertidos pero no conseguí pillarle el tranquillo a que la protagonista se desahogue con la cámara. En algunos momentos desee ser una de las víctimas, pero, como todo, esta es una opinión personal, seguro que si googleas encontrás alguna crítica más profunda y divertida.
Por cierto, casi se me olvida, aquí una foto de la Bodega Santa Cruz (las columnas).
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