Estaba haciendo zapping matutino cuando me encuentro con esta imagen:
Una "presentadora" de La Sexta en el programa Despierta y Gana, compungida, intentando sacarnos de la crisis a golpe de premio. Hasta ahí todo normal, el problema es que el programa está en horario infantil protegido y, a demás, en la franja de protección reforzada.
Como no es hora de poner parejas quitándose la cera de los oídos a lametazos entonces ponen la imagen de Dexter, un dibujo infantil, para que la cosa no sea tan grave.
Si no sabes los números (ya sea por edad o por nivel de estudios) no importa, la presentadora, a la que le queman los billetes en el bolsillo, te indica en un primer plano como hacerlo.
La teoría es fácil, si ves la tele por la mañana, o eres un viejo y te cascan un programa de como no morir salud y eres un zángano parado y necesitas dinero rápido y sin preguntas.
Para la segunda opción está cofidis y entidades similares. Pero como ahí suelen hacer preguntas lo mejor es llamar a programas del modelo TeleSierra, o, como dicen los americanos, que de televisión saben mucho Talk Shows.
Lo triste es que la gente llama y luego le llega la factura de teléfono con 20 llamadas de 1,30€ + IVA en menos de un minuto porque "como no acertaba le daba a la rellanada, siempre me salía que no había tenido suerte hasta que me cansé".
Si la imagen anterior es difícil, entonces, en un acto de benevolencia pasa a ser de sólo nueve casillas.
Mientras, la presentadora se sigue desgañitando para que llames. Pero ojo, si eres menor no tienes premio, se te cobra igual la llamada, pero olvídate del premio.
Después media hora (que es el tiempo que estuve zanganeando y subiendo el nivel de audiencia de la cadena), en el último momento entra una llamada que acierta el premio. Se alegra mucho, tanto o más como si fuera del equipo llamando por una línea interna y supiera que según las bases del concurso no tiene derecho al montante.
Ahora ya puede respirar tranquila y quitar el cencerro, sirena, pitido, vaca mugiendo y música de película de suspense para darnos la enhorabuena y salir disparada de nuestra pantalla dando paso al siguiente programa matinal. Por lo menos esta no estaba borracha.
Entre los detectores de infidelidades, de mentiras, vídeos de dar cera y pulir cera y concursos en los que posibilidad de ganar tiende a cero cada día estoy más satisfecho de ver la televisión bajo demanda, o lo que es lo mismo, bajarme las series directamente desde internet o grabarlas y saltarme luego los anuncios.
Al otro lado del mostrador
Pedro Carrillo
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