Ya se me caduca el DNI, y, para el que no se acuerde, caduca cada 10 años, por lo que es imprescindible pasar por taquilla para pedir el nuevo. Aún tengo fresca en mi memoria la vez que fui con los críos a pedir el suyo para poder viajar en avión. El caso es que esa vez me vi obligado a madrugar más de la cuenta y sólo para hacer cola y no me quede si el dichoso número. Pero por lo visto ahora la cosa está mucho peor ya que a la incompetencia carga de trabajo de los funcionarios se suma un nuevo sistema para su renovación.
He estado aplazando este momento todo lo posible en el tiempo, de hecho, he realizado varios cambios de domicilio, incluido uno de provincia, de comunidad autónoma (que casi es de país) y sigo con la dirección de soltero. Nostálgico que es uno.
En fin, deseadme suerte, que seguramente estaré en la cola con un reproductor de DVD portátil y un termo de café esperando que un funcionario se digne a darme un número para renovar un documento oficial y por el que, seguramente, me soplarán mil y pico de las antiguas pesetas.
Esto es tan surrealista como el pedir cita en el centro de salud.
Al otro lado del mostrador
Pedro Carrillo
3 comentarios
Que, cómo estamos, ¿Hace frío no?. Pues ya sabes ajo y agua y date prisa que estoy esperando para el café.
Esta mañana, muy de madrugada, antes de la seis, me acerqué a la comisaría de policía para renovar el carnet de identidad. En el panel de la entrada estaba el número 70, por lo que ese es el número máximo de peticiones que se atienden por día.Después de v
vaya mierda de página, no sirve para nada