El caso es que nada más entrar nos pregunta el camarero, que era el mismo que repartía la publicidad a la salida del museo y tenía visos de ser el dueño, ¿frío o calor?. y al responder frío nos plantó debajo del aire acondicionado.
El menú que elegimos fue el de 10 €, entiendo que por ese dinero no nos van a dar una suculenta comida ( o sí), pero después de tardar bastante los platos eran mas bien escasos y de bebida vino y agua (la gaseosa 1€ a parte). A la memoria me vino otra vez la RTL y la canción de Ricky López.
Lo mejor de todo fue cuando el camarero se pasó por la mesa con flanes, yogures, natillas (de chocolate o vainilla) de Pascual en el cartón para que cortásemos y nosotros.
En definitiva, hay sitios mucho mejores que este dónde ir a comer y por un buen precio.
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Después de hospedarnos en el hotel Las Lomas decidimos pasear por Mérida y comer en alguno de los restaurantes que hay a disposición del visitante. Después de dar algunas vueltas y descartado de entrada el restaurante Arroyo decidimos