El pasado día 10 de octubre llevé a participar a mi hija mayor a la Primera Gymkhana escolar Sevilla Factory, en ella tomaban parte ocho equipos, Antonio Gala (color Verde), Europa (Rojo), La Loma (Celeste), Maestra D.Velasco (Burdeos), Poetas Andaluces (Azul Marino), San Fernando (Blanco), San Hermenegildo (Azulón) y Valme Coronada (Naranja).
Se realizaron nueve pruebas de habilidad, puntuando todos los equipos del ocho al uno. La realización del evento estuvo bien, incluso la empresa Váleme, S.Coop.Andaluza proporcionó una sabrosa merienda a los críos (y todo aquel que se acercara para saborerar sus productos) compuesta por lácteos y derivados así como aceite virgen para acompañar.
Regalaron bolígrafos de dos colores con el logo de Sevilla Factory y Váleme, camisetas, aplaudidores inflables, etc.
El caso es que, al participar sólo dos integrantes por prueba, una vez que había terminado la prueba eso daba paso al aburrimiento. Reconozco que es un mérito el haber organizado un evento de este tipo para los colegios, y que la participación fue lo mas importante (al igual que el premio de 1.000 ¤ para el ganador), pero también hay que darle un tirón del orejas al colegio Europa, que es dónde cursan estudios mis hijos, ya que no se presentó nadie del equipo docente, dejado del buen hacer de los allí presentes la organización del mismo.
A duras penas llegamos a los 10 participantes, al tener que ir con toda la familia podría haber servido de reserva alguno de mis críos, por suerte no hizo falta, pero la planificación fue nula. Si otros colegios llevaban una nutrida representación de alumnos, en el caso del nuestro sólo los 10 integrantes del equipo y sus hermanos/padres/madres fueron los que animaron.
Al final, la entrega del premios de consolación se convirtió en un despropósito, de los 10 integrantes del equipo cinco, la mitad del mismo, se quedó sin regalo (una tiste muñequera de apenas 1¤ de valor) y que parece que fue saqueada la bolsa por otros críos. En este caso hay que buscar el culpable entre la organización, pero no de la Gymkhana, sino de los componentes del Europa. Se echó en falta la presencia de un educador que pusiera orden y concierto, mas después de habernos embarcado a 10 padres en la tarea de defender el honor del colegio.
Al final, un sabor agridulce, pasamos una tarde divertida, pero estarán conmigo los otros cuatro padres que sus hijos se quedaron sin la pulserita donada por Nike que la organización del equipo Europa dejó mucho que desear. Pusieron ganas los participantes, pero no pudo ser. Posiblemente en la siguiente habrá mas suerte.
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