Hoy me he levantado melancólico. He encontrado una foto del Bar Umía de Marín. De pronto he recordado el sabor a chorizito criollo que me solía zampar cuando salía franco de ría de la Escuela Naval. Jó que bueno estaba.
Mira que he intentado recrear el criollo aquí en el sur pero no acaban de saber igual. He mojado la pieza en vino blanco y en Jerez pero creo que al final tendré que tirar de Albariño o de turbio para encontrar aquel sabor. En fin aquí os dejo el bareto en cuestión. ¡Sniff! Que de recuerdos.
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Y el mejor bocata de calamares del mundo mundial