El sábado pasado fui a Cinequinto a ver Planet51 (por cierto, el parking estaba impracticable después del incendio). El caso es que la película es muy divertida, con guiños a otros éxitos más serios.
Esta película es un claro ejemplo de porqué los 6€ (x5 miembros familiares) no me han dolido tanto como otras películas españolas. Es hora de quitar el San Benito de que una película española debe ser un dramón o un enrevesado lío de cama (aún me acuerdo cuando fui a ver Mentiras y Gordas cómo la propia taquillera del cine me recomendó que fuera a cualquier otra, por ejemplo, fuga de cerebros).
Resumiendo, para pasar un rato entretenido con la familia y olvidarse. No me extraña que la recaudación en USA vaya por los 35 millones y aquí por por los 5,5.
Por cierto, mi mujer se quedó dormida, bonita (y cara) siesta.
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